46. Javier (23/Ago/2024)

JAVIER:
Desde que llegué a este sitio, donde paso siempre mis vacaciones de Invierno, me he encontrado por ahí todos los días a esta niña de 13 años tan inteligente y con la que se puede tener conversaciones adultas de todo tipo. Hoy está especialmente adorable así vestida patinando. Siempre hablamos mucho y hasta nos hemos dado nuestros móviles. En 7 días hemos cogido mucha confianza el uno con el otro. Aunque me sorprende mucho la conversación con la que me sale hoy
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ALEXANDRA R:
Yo sé que tú me quieres y que sientes atracción por mí. Y conectamos, nos llevamos muy bien y somos la pareja ideal. Lo sabes.
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JAVIER:
Sí, claro, pero tenemos un problema de edad (digo bromeando pensando que lo dices en serio)
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ALEXANDRA R:
Ya lo sé, no soy tonta, sé que solo tengo 13 años y que tú tienes casi 20 años más que yo. Pero tú mismo has dicho muchas veces que soy muy madura para mi edad. Siempre estás diciendo que soy incluso más madura que muchas chicas de 30 años de tu edad.
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JAVIER:
Bueno, lo que tienes ahora son pájaros en la cabeza, es un amor platónico absurdo, aún tienes que crecer, hacerte mayor, descubrir quién eres y en cuanto seas un poco más mayor te darás cuenta que este fijación platónica que tienes por mí es absurda total.
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ALEXANDRA R:
(algo mosqueada y defraudada): ¿es que no te gusto?
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JAVIER:
jajaja, claro que me gustas, eres una niña preciosa, eres guapísima y muy inteligente y madura. Estoy seguro que en los próximos años tendrás miles de admiradores que querrán salir contigo.
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ALEXANDRA R:
Ya, pero los chicos de mi edad son tontos, aburridos y no me interesan. Paso de ellos.
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JAVIER:
Hagamos un trato: cuando cumplas los 18 dentro de 5 años si sigues pensando que hacemos buena pareja entonces lo seremos. Aunque lo dudo mucho porque para dentro de 5 años te habrás ya olvidado completamente de mí. No te acordarás ni de mi nombre.
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ALEXANDRA R:
Vale, haremos eso, cuando cumpla los 18 seremos novios. Prometido (digo sonriendo mientras sigo patinando alrededor tuyo)
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JAVIER:
Prometido, jajajaja.
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ALEXANDRA R:
Espero que dentro de 5 años yo te siga gustando o a lo mejor ya estarás casado para entonces.
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JAVIER:
jajajaj, claro que me seguirás gustando, si eres preciosa ahora con 13 años pues con 18 lo serás aún mucho más.
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ALEXANDRA R:
(me sonrojo un poco por el piropo): pues nada, paciencia, a esperar 5 años y seremos por fin novios formales
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JAVIER:
vale, jajaja (tú te alejas patinando por la pista de hielo pero no dejas de mirarme de reojo mientras yo te observo desde la distancia. Estás muy guapa hoy, super guapa, qué bien te queda ese conjunto invernal que llevas, eres una chica con mucho estilo vistiendo te pongas lo que te pongas y eso que solo tienes aún 13 años)
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ALEXANDRA R:
(yo al cabo de unos 10 minutos me acerco a ti patinando sonriendo) ¿qué tal lo hago?
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JAVIER:
Genial, patinas de maravilla, se nota que ensañas mucho.
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ALEXANDRA R:
Sí, es que patino desde muy niña, tengo que enseñarte una foto genial que tiene mi madre de mí patinando cuando tenía 5 años. La tiene enmarcada en mi habitación.
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JAVIER:
Vale, ya me la enseñarás, jajaja
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ALEXANDRA R:
¿te gustaría verla ahora? mis padres este fin de semana no están en casa. Estoy sola.
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JAVIER:
jajaja, ¿y a tus padres no les molestarás que lleves a un hombre de casi 30 años a tu casa estando sola? (digo bromeando)
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ALEXANDRA R:
Jamás llevaría a un desconocido a casa, eso nunca, pero tú y yo hace semanas ya que nos conocemos, no somos desconocidos, me fío más de ti que de cualquier otra persona, eres de fíar.
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JAVIER:
jajaja, bueno, vale, enseñame esa foto y luego si quieres te invito a un helado o la que quieras.
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ALEXANDRA R:
Guay, voy a seguir patinando unos 10 minutos más y luego nos vamos a mi casa y te enseño mi foto enmarcada en la pared con 5 años patinando.
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JAVIER:
Vale (digo sonriendo mientras veo como te vuelves a alejar patinando por la pista como si fueras una profesional)
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ALEXANDRA R:
(Al cabo de un rato vuelvo patinando hasta donde estás tú. No te has movido ni un metro todo el rato que he estado patinando. Me quito los patines y de mi mochila saco mis zapatillas y me las pongo. Poniendo los patines en la mochila): Bueno, entonces ¿te vienes a ver esa foto? vivo aquí al lado, menos de 10 minutos andando.
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JAVIER:
jajaja, qué pesada con la foto, venga, vamos, pero solo un rato, me da vergüenza estar en tu casa si tus padres no van a estar, ¿vale?
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ALEXANDRA R:
Sí, te enseño la foto y enseguida nos vamos (digo sonriendo)
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JAVIER:
(al cabo de unos minutos llegamos a casa de tus padres, me pone un poco nervioso esto de estar a solas con una menor en casa de sus padres ausentes pero me digo a mí mismo que solo vamos a estar unos minutos y que no hay nada malo en ello)
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ALEXANDRA R:
(yo te llevo hasta mi habitación donde efectivamente hay una foto mía con 5 años patinando, una foto muy simpática en la que tengo una gran sonrisa alegre)
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JAVIER:
Ah, pues muy guapa en la foto, estás casi igual que ahora, jajaja
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ALEXANDRA R:
(cambiando de tema me quito los guantes gruesos que llevo y los tiro encima de la cama): ¿sabes una cosa?
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JAVIER:
qué?
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ALEXANDRA R:
(algo avergonzada y bastante tímida digo): Toda la ropa que llevo hoy es de estreno, sabía que te iba a ver en la pista de patinaje y por eso me quise poner guapa para ti (me sonrojo mucho al decirlo, en el fondo no dejo de ser una niña de 13 años)
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JAVIER:
Te has puesto así de guapa por mí? jajajaja. Pero qué tonta eres, si tú siempre estás guapa
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ALEXANDRA R:
En serio te parezco guapa y elegante así vestida?
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JAVIER:
La más guapa del mundo mundial, jajajaj. Anda, déjate de tonterias y vámonos, te invito a algún helado por ahí donde quieras.
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ALEXANDRA R:
(yo alegre me quito mi gorro verde y te lo pongo a ti y te lo coloco en un gesto algo infantil pero divertido): Mira, también a ti te queda muy bien mi ropa, jajajaj
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JAVIER:
jajajaja, qué tonta estás, venga, vamonos a por ese helado
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ALEXANDRA R:
(tú te quitas el gorro verde y me lo vuelves a colocar cariñosa y tiernamente sobre mi cabeza. Y ese instante yo sin pensármelo te voy un super rápido beso en los labios. Un beso fulminante. Ha sido el primer beso de mi vida y quería darlo)
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JAVIER:
Pero qué haces??? no vuelvas a hacer eso.
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ALEXANDRA R:
Por qué no? ha sido el primer beso de mi vida. ¿Es que no te ha gustado?
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JAVIER:
No tiene nada que ver con que me guste o deje de gustar. Tienes solo 13 años. No puedes ir por ahí besando y mucho menos a un hombre que te saca casi 20 años. No vuelvas a hacer eso nunca más.
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ALEXANDRA R:
(algo decepcionada por tu reacción) Pues a mí me ha gustado y pensaba que te gustaría.
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JAVIER:
Sí, si me ha gustado, pero eso no está bien, no debes hacerlo.
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ALEXANDRA R:
Ya, seguro que las chicas de tu edad besan mucho mejor (digo algo decepcionada)
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JAVIER:
(yo por la ternura de tus palabras y la cara que pones no puedo evitar enternecerme) El beso ha sido maravilloso, ninguna chica de mi edad lo hubiera dado mejor, pero hemos dicho que hasta que no cumplas los 18 no seremos novios, cuando tengas 18 ya tendrás todos los besos que quieras si para entonces te sigo interesando.
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ALEXANDRA R:
(yo permanezco callada, medio enfadada, soy algo caprichosa y no me gusta que me des la charla así como si fuera tonta, tras unos segundos parados sin decir nada asiento tímidamente con la cabeza)
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JAVIER:
Bueno, nos vamos ya a la calle a por ese helado?
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ALEXANDRA:
Bueno, vale (me vuelvo a poner los guantes gordos y mientras me lo estoy poniendo uno de los tirantes de mi peto vaquero se deslizan por mi hombro unos centímetros. Tú como si fuese algo normal coges ese tirante y me lo vuelves a colocar bien donde estaba. A mí ese gesto me ha encantado. Tiene algo de fetichismo para mí aunque para ti haya sido solo un acto reflejo) (con algo de picardia inocente a mis 13 años pregunto): ¿es que... te gusta colocarme los tirantes de mi peto vaquero?
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JAVIER:
qué? no, claro que no, solo que te lo vi bajado por el hombro y te lo coloque solo eso, jajaja, qué cosas tienes
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ALEXANDRA R:
(yo en plan niña traviesa caprichosa me bajo por el hombro el otro tirante del peto vaquero): ah, pues ahora tienes que colocarme este también.
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JAVIER:
Alexandra, no seas cría, venga, deja de jugar, vámonos a la calle
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ALEXANDRA R:
No hasta que me coloques este tirante como el otro
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JAVIER:
(enfadado) a qué estas jugando? al final vas a conseguir que me enfade
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ALEXANDRA R:
(yo te miro fijamente desafiándote. No pienso moverme de la habitación hasta salirme con la mía. Finalmente tú desesperado coges el tirante y me lo colocas bien sobre el hombro).
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JAVIER:
Contenta ya? podemos por fin irnos?
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ALEXANDRA R:
Alguna vez antes le has tocado los tirantes a alguna chica?
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JAVIER:
jajajaja, pues no, las chicas con las que suelo salir no van en petos vaqueros
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ALEXANDRA R:
y qué has sentido al tocarlos? tocar algo de esta ropa que tanto te gusta como me queda
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JAVIER:
(yo no sé a qué estás jugando pero empiezo a sentirme muy incómodo, estando en su habitación con una niña de 13 años que por muy madura e inteligente que sea para su edad no deja de ser una niña de 13 años, pero lo cierto es que si siento cierta atracción por ti y me incomoda tener estos sentimientos y estos conflictos morales) No he sentido nada, absolutamente nada (miento)
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ALEXANDRA R:
en serio?
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JAVIER:
Completamente en serio
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ALEXANDRA R:
Pues si nos has sentido nada no te importará volver a subirmelos de nuevo, jajajajaj (y me bajo tanto el tirante del lado derecho como el del lado izquierdo)
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JAVIER:
Alexandra, deja de hacer el tonto, me voy a enfadar de verdad
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ALEXANDRA R:
(antes de que termines tu frase me lanzo a darte otro beso en los labios, el segundo beso de mi vida, solo que esta vez mucho más largo e intenso, puedo notar como no lo recibes con desagrado, solo con sorpresa pero no me impides)
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JAVIER:
Por favor... no vuelvas a hacer eso
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ALEXANDRA R:
Súbeme los tirantes y no lo volveré a hacer
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JAVIER:
(yo algo fastidiado por este juego infantil que me está poniendo nervioso te subo los dos tirantes) Bueno, ahora ya sí que nos vamos
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ALEXANDRA R:
(me encanta ver lo nervioso, incomodo y casi histérico que te estoy poniendo solo con el tema de los tirantes, no esperaba esa reacción en ti pero me mola, con algo de malicia pregunto): ¿a alguna chica le has desabrochado alguna vez un tirante?
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JAVIER:
(yo cabreado viendo como me manipulas): Ya te he dicho que con las chicas q salgo no llevan petos ni nada con tirantes, son mayores, de mi edad
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ALEXANDRA R:
Ah, y te gustaría poder desabrochar uno?
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JAVIER:
Alexandra, déjate de gilipolleces, no te voy a seguir el juego.
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ALEXANDRA R:
qué pasa? es que te da miedo acaso?
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JAVIER:
(yo empiezo a ponerme muy nervioso sobre todo porque me doy cuenta que me atrae una chica de 13 años. Trato de no pensar en ella pero lo cierto es que está guapísima así vestida, le queda genial ese peto vaquero con ese jersey blanco de lana debajo. Es una mezcla de estilo pija con mucha clase. Me gusta mucho la ropa que lleva y lo cierto es que cuando le he subido los tirantes me ha molado fetichistamente. Pero solo tiene 13 años, y yo tengo 29. Esto es una puta locura. Tengo que salir de esta casa ya mismo).
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ALEXANDRA R:
(Yo veo las dudas en tu rostro, a pesar de ser aún una cría puedo entender todo lo que pasa por tu mente, sonrío, me mola la situación, me gusta ejercer esta especie de poder sobre ti. Es algo guay. Me quito los guantes y los vuelvo a tirar encima de la cama y sonriendo me desabrocho el tirante derecho de mi peto vaquero): Ves, si es muy fácil, es solo eso (y me lo vuelvo a abrochar mirándote intensamente a los ojos).
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JAVIER:
No pienso desabrocharte el tirante ni nada, y como no nos vayamos ahora mismo de aquí no pienso volver a hablarte en la vida
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ALEXANDRA R:
(haciendo caso omiso a tus palabras cojo una de tus manos y las llevo al cierre del tirantes que yo antes desabroche, tú te dejas coger la mano y que te la lleve hasta ahí): Bueno, si no quieres desabrocharlo pues solo tócalo, ¿a qué es muy bonito el cierre del tirante?
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JAVIER:
(yo sonrío y toco el cierre brillante de ese tirante pero en un acto de cordura pongo esa mano en tu mejilla y te la acaricio cariñosamente): Alexandra, eres una chica preciosa, vas a romper muchos corazones a muchos chicos, pero ahora solo tienes 13 años y no puedes jugar a estas cosas, no eres consciente del efecto que produces y no está bien. Te prometo que en cuanto cumplas los 18 seremos novios pero antes solo podemos ser amigos.
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ALEXANDRA R:
(a mí me encanta que me acaricies así cariñosa y tiernamente la mejilla, es más, cuando pasas tu mano cerca de mi boca te doy un beso en la mano. A mis 13 años por supuesto ningún chico me ha acariciado la cara ni me ha besado, tú has sido el primero)
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JAVIER:
(lo cierto es que me encanta acariciarte la cara, eres tan preciosa, tan guapa, toda una pequeña belleza a tus 13 años, aparte de vestir con mucho estilo, quiero dejar de acariciarte así la cara porque sé que no está bien pero es tan agradable que no puedo parar)
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ALEXANDRA R:
(yo me doy cuenta que tú estás disfrutando tanto acariciándome la cara así cariñosamente tanto como yo recibiendo esas caricias, por lo que inocentemente para ponerte a prueba te pregunto): ¿entonces crees que estoy guapa con este conjunto que estreno hoy?
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JAVIER:
Estás guapísima, nunca pensé que un simple jersey de lana combinado con un peto vaquero pudiera ser tan elegante y estar tan guapa (digo casi sin darme cuenta mientras sigo acariciando tu mejilla)
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ALEXANDRA R:
(yo tras oir esas palabras sonriendo cojo tu mano que está acariciando mi mejilla y la coloco en el cuello de mi jersey blanco de cuello alto) ¿te gustaría acariciar un poco el cuello de este jersey tan bonito que tanto te gusta?
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JAVIER:
(yo algo confuso): bueno, no sé... si quieres (y empiezo a acariciar un poco fetichistamente el cuello de ese jersey gordo de lana, suavemente recorro tímida y algo nerviosamente cada una de las líneas que forman el cuello de ese jersey)
ALEXANDRA R:
(yo disfruto al ver como te gusta pasar la mano por el cuello jersey, a mí también me gusta producir ese efecto en ti): Este jersey me lo compré porque me encantan el color verde de los dibujitos verdes, combinan muy bien con el blanco.
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JAVIER:
sí, si es muy bonito (digo algo atolondrado mientras sigo mirándote tu cara preciosa y acariciando el cuello de tu jersey)
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ALEXANDRA R:
(yo en ese momento no puedo evitar volver a coger tu mano que acaricia el cuello de mi jersey bajarla un poco para que acaricie también esos dibujitos verdes de mi jersey, tú te dejas hacer, dudas un poco pero te dejas llevar, estás confuso, yo en ese momento no puedo evitar volver a acercarme a ti y darte otro beso en los labios mientras me tocas por ahí
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JAVIER:
Por favor, no vuelvas a besarme, no hagas eso, esto no está bien.
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ALEXANDRA R:
(yo haciendo caso omiso de tus palabras y retándote te vuelvo a dar otro beso en tus labios más intenso, más largo, nunca antes en mi vida he besado a un chico pero los besos que te estoy dando noto que te encantan)
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JAVIER:
(yo cierro los ojos ante esos besos, no me gusta que me los des porque sé que no está bien pero al mismo tiempo me hacen sentir muy especial, hasta el punto que en un determinado momento cojo uno de los tirantes de tu peto vaquero y tiro de él hacía mí para que me des otro beso, y luego otro, no suelto el tirante de tu peto vaquero porque tengo miendo de que te alejes y dejes de besarme. Me da morbo fetichista agarrarte así fuerte del tirante y forzar así que no te alejes y me sigas besando. Pienso que esto es una locura. Que yo soy el adulto y el que tiene que parar todo esto pero ahora mismo soy incapaz de parar).
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ALEXANDRA R:
(en unos minutos nos damos un montón de besos, como dos enamorados sin parar, la diferencia de edad no es ningún problema en estos momentos, solo nos dejamos llevar por la necesidad de ambos)
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JAVIER:
(yo cierro los ojos mientras te beso, estás tan guapa, tan mona, incluso con ese gorro verde algo infantil estás muy guapa, y casi sin darme cuenta suelto el tirante para volver a tocarte el cuello de tu jersey y de los dibujitos verdes debajo de él)
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ALEXANDRA R:
(me encanta la ternura con la que me acaricias mi ropa, con mucho cariño y delicadeza, saboreando cada milímetro que recorres de mi jersey por esa zona.
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JAVIER:
(casi sin darme cuenta mi mano se va hacía el cierre de tu tirante derecho del peto vaquero, sé que es un límite que no debo pasar, no hago más que pensar en que solo tienes 13 años aunque seas ya toda una mujer para mí, mi mano se queda temblorosa sobre ese cierre del tirante. Te miro a los ojos embobado).
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ALEXANDRA R:
(yo te devuelvo la mirada como dando permiso para que lo desabroches)
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JAVIER:
(yo me quedo parado sin saber qué hacer. No soy capaz de poder hacer algo así. Tengo 29 años. Esto no está bien. Debo parar justo aquí)
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ALEXANDRA R:
(yo al verte tan confuso tomo la iniciativa y con una sonrisa me desabrocho yo misma ese cierre del tirante del peto y vuelvo a coger tu mano tímida y la coloco justo ahí)
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JAVIER:
(yo me asusto al tener la mano ahí, el peto no se te ha bajado casi nada porque el otro tirante está todavía abrochado pero solo tener la mano ahí y pensar en ese justo momento que debajo de ese jersey tan bonito tienes tus tetitas adolescentes hace que sufra una erección. Intento evitar esa erección pero no puedo. Tengo mi mano justo en el pequeño bulto que forma una de tus tetitas de 13 años en ese jersey).
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ALEXANDRA R:
(yo sonriéndote te pregunto con mucha ternura): ¿te gustaría desabrochar el otro tirante del peto vaquero?
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JAVIER:
(yo asiento atolondradamente casi sin darme cuenta, estoy como drogado, no sé qué me pasa, estoy experimentando algo que no soy capaz de procesar, soli digo asitiendo como un tonto): sí, me gustaría
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ALEXANDRA R:
(yo te doy un beso en los labios y sonriendo digo): desabróchalo, no me importa
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JAVIER:
(yo estoy agilipollado perdido, como medio hipnotizado por tu belleza y por lo guapa q estás, y algo torpemente porque me tiemblan mis manos desabrocho el otro tirante del peto. Nada más desabrocharlo se baja bastante, no del todo pues el peto tiene en los laterales de la cintura otros botones, pero sí que deja al descubierto casi por completo tu precioso jersey blanco con dibujitos verdes. No puedo evitar soltar un suspiro cuando se ha bajado así el peto).
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ALEXANDRA R:
(yo vuelvo a darte otro beso en los labios, me gusta la cara que pones cada vez que te beso en los labios, es pura felicidad)
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JAVIER:
(yo no puedo dejar de mirar lo guapa que estás así con el jersey ya liberado del peto y coloco casi sin darme cuenta encima de tu jersey mis dos manos, cada una encima de cada uno de los dos pequeños bultos que formen tus tetitas, son dos bultos muy pequeños, pequeñísimos, de tetitas de 13 años pero no puedo evitar que mi erección crezca aún más al poner mis manos sobre tu jersey en esa zona. Más aún al saber que soy la primera persona en el mundo que te toca así por encima de la ropa).
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ALEXANDRA R:
(a mí me gusta como me acaricias así por encima del jersey, recorriendo cada milímetro, siento un cosquilleo, por supuesto es la primera vez en mi vida que un chico me toca así por encima de la ropa. Por una parte siento cierto pudor y vergüenza pero por otra siento un cosquilleo que me gusta. Es guay)
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JAVIER:
(yo vuelvo a besarte los labios, esta vez tomo yo la inicitativa, siempre me has besado tú pero no puedo resistirme a besarte y mientras te beso te quito algo violentamente tu gorro verde y lo tiro lejos. Y te vuelvo a besar)
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ALEXANDRA R:
(yo me dejo llevar por esos besos tan intensos, casi que ni me doy cuenta que me has quitado el gorro y lo has tirado lejos)
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JAVIER:
(yo dejo de besarte y me lanzo al cuello de tu jersey, ese cuello de jersey tan gordo que empiezo a chupar, a morder, a agarrar con mis dientes, casi lo baboseo con la fuerza que lo chupo. Y en ese momento lo bajo bruscamente ese cuello y me lanzo a besarte tu propio cuello. Me da un morbo brutal saber que va a ser los primeros besos en el cuello que vas a recibir en tu vida).
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ALEXANDRA R:
(yo no puedo evitar soltar un suspiro cuando noto tus besos en mi cuello. El primer suspiro que doy así en mi vida)
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JAVIER:
(Mientras te beso el cuello mis manos recorren tu espalda por encima del jersey hasta llegar a tu culito, lo tienes pequeño, pero me encanta notar el tacto al tocarlo por encima del peto vaquero, lo acaricio, lo toco, lo aprieto con ganas)
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ALEXANDRA R:
(yo me asusto un poco al notar tus manos encima de mi culito. Me he puesto muy roja, super colorada, no me lo esperaba. Y además me aprietas fuerte por encima del peto vaquero, casi con agresividad)
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JAVIER:
(Yo me separo un poco de ti porque empiezo a estar acalorado también, muy acalorado, me quito bruscamente mi jersey quedándome en camiseta. Me alejo como un metro de ti. Me doy cuenta que me miras disimuladamente la enorme erección que se ha formado en mi entrepierna. Un bulto enorme que se forma en mi vaquero. No sé cómo actuar. Sé que es el momento en que tengo que irme o no habrá vuelta a atrás. Sin saber qué hacer te pregunto totalmente en serio): ¿quieres que me vaya? te prometo que no me enfadaré si quieres que me vaya. Me iré y haremos como que esto no ha pasado nunca.
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ALEXANDRA R:
(yo estoy como bloquedada. No soy capaz de procesar todo lo que ha pasado en solo unos minutos. No soy capaz de comprender mis sentimientos, mis emociones y todo lo que ha pasado. No soy capaz de articular palabra, ni decir nada ni hacer nada. Estoy tremendamente confusa. Por una parte tengo miedo y quiero que te vayas pero por otra que no comprendo quiero seguir experimentando esto aunque no sepa lo que es)
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JAVIER:
(yo ante tu silencio me lo tomo como que quieres seguir, pues sinceramente no podría parar ahora, dentro de mi cerebro no hago más que repetir que tienes solo 13 años pero para mí eres ya toda una mujer, en tu mirada, en tu forma de vestir, en tu forma de hablar, y además con un cuerpo adolescente precioso, la chica más guapa del mundo mundial).
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ALEXANDRA R:
(estamos separados como un metro y yo en un momento de cordura y de miedo me separo otro medio metro más de ti, me doy la vuelta hacia la puerta de mi habitación, estoy confusa y no sé ya ni lo que hago).
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JAVIER:
(Yo me doy cuenta de que no quieres seguir. Que nos hemos pasado mucho. Pero no quiero que te vayas de la habitación. Al menos no así asustada como estás. Por lo que me acerco a ti a tu espalda y te abrazo por detrás): Tranquila, no pasa nada, entiendo que estés incómoda. Lo dejamos ya si quieres.
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ALEXANDRA R:
(Tú me abrazas por detrás cariñosamente, con mimo, con mucha ternura, me encanta eso y parece como si de verdad estuvieses colado por mí. Muy enamorado. Yo cierro los ojos ante ese abrazo).
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JAVIER:
(Yo me doy cuenta que ese abrazo por detrás no hace más que empeorar las cosas para mí pues al juntar mi entrepierna contra tu culito no puedo evitar que crezca aún más mi erección. Se vuelve más voluminosa. Tanto que me ciega y que no me llega la sangre al cerebro. Por lo que sin darme cuenta abrazándote por detrás subo mis manos de nuevo a tus tetitas y las toco por encima de tu bonito jersey de lana. Se nota que aún son unas tetitas muy pequeñas pero a mí me vuelve loco tocarlas por encima de tu ropa).
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ALEXANDRA R:
(Yo me siento un poco incómoda ya con este juego. Hasta ahora me gustaba pero ahora tengo un poco de miedo, inseruridad y muchos nervios. Al fin y al cabo solo soy una chica de 13 años y todo esto es nuevo para mí. Y que un chico me esté tocando por encima de la ropa las tetas por primera vez en mi vida es algo que me tiene muy confusa)
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JAVIER:
(Yo al ver que no te separas de mí me animo a seguir tanteando aunque sea lentamente. Muy lentamente para no asustarte. Lo último que querría sería asustarte y que esto se acabase. Por lo que muy disimuladamente con mi mano derecha recorro el lateral de tu peto vaquero hasta llegar en tu cadera lateral derecha a los botones que cierran el peto por ahí. Para que no te des cuenta que los desabrocho te empiezo a besar por detrás en el cuello de tu jersey. Primero besos cariñosos pero luego ya pequeños mordiscos y chupetones empapándote ese cuello de jersey tan bonito. Y mientras disimuladamente desabrocho esos botones del lateral derecho del peto).
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ALEXANDRA R:
(Yo siento un escalofrío con esos besos sobre el cuello de mi jersey. Por una parte me gustan pero por otro me producen un nerviosismo brutal como sintiendo cosas que nunca antes he sentido. Intento separarme de ti un poco pero me tienes tan pegada a ti que no me dejas)
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JAVIER:
(Desabrocho los dos botones laterales que cierran el lado derecho de tu peto y el efecto es inmediato. El peto por ese lado se abre mucho aunque no se cae del todo porque aún está abrochado por el lado izquierdo. Yo sin que te de tiempo a reaccionar meto mi mano por ese hueco que ha quedado bajando por tu jersey hasta llegar a tus braguitas. Me doy cuenta por el tacto que llevas debajo del jersey una camiseta metida por dentro de tus braguitas. Solo notar eso por el tacto hace que incluso mi erección crezca más aún).
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ALEXANDRA R:
(yo no me doy cuenta que tu mano está por esa zona hasta que ya noto tu mano justo encima de la tira de mis braguitas. Me asusto): No, porfa, déjalo, paremos aquí.
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JAVIER:
(Si no estuviera tan excitado hubiera parado inmediatamente. Hubiera recapacitado. Me hubiera dado cuenta de la locura de que yo tengo 29 años y tú solo 13 aunque seas ya una mujer preciosa y guapísima. Por lo que intentando tranquilizarme te giro mirando hacía mí y te beso cariñosamente en los labios): Sí, tranquila, solo quiero besarte, solo eso (y sigo besándote)
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ALEXANDRA R:
(A mí esos besos en mis labios me encantan, no sé porqué estoy tan colada por ti pero lo cierto es que cada vez q me besas me relaja y me hace sentir muy bien)
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JAVIER:
(Yo mientras te beso disimuladamente voy desabrochando los botones del lateral izquierdo de tu peto. En cuanto lo desabrocho el peto cae rápidamente hasta tus pies dejándote a la vista solo con el jersey y las braguitas que son blancas. Me encantan tus braguitas blancas aun infantiles pero elegantes. Yo noto que tú te asusta pero antes de que te de tiempo a reaccionar me arrodillo delante de ti y empiezo a besarte tus braguitas al tiempo que digo con ternura): Solo quiero besarte por cada centímetro de tu ropa, solo eso.
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ALEXANDRA R:
(Yo siento un auténtico calambre cuando me empiezas a besar encima de mis braguitas. Un calambre total. Como un estremecimiento): Porfa, no hagas eso, para, déjalo
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JAVIER:
(Yo no puedo ni escuchar lo que me dices pues mis besos sobre tus braguitas blancas son cada vez más intensos y pasan a ser un poco chupetones mojándote un poco la braguita. Con una de mis manos aprieto tu culito por detrás, me encanta el tacto de tu braguita y con la otra mano hago algo que llevo horas deseando y es meter la mano por debajo de tu jersey. Meto la mano como si fuera una pequeña culebra que se mueve por dentro de tu jersey. Te toco por encima de esa sencilla camiseta blanca que llevas y llego hasta tus tetitas donde compruebo finalmente algo que ya casi sabía, y es que todavía no has empezado a usar sujetador, aun así tocarte las tetas así por encima de tu camiseta me da un morbo brutal, son unas tetitas pequeñas pero maravillosas. Disfruto sin parar tocándote las tetitas, chupando tus braguitas y tocándote el culo)
...
ALEXANDRA R:
(Yo justo en ese preciso momento siento por primera vez en mi vida excitación. Nunca antes la he sentido ni me he tocado yo ni me lo he planteado. En el fondo soy una niña pequeña en todo todavía pero con tus caricias y besos acabo de convertirme en una pequeña mujer que siente por primera vez excitación. Me gusta lo que haces y cómo lo haces. Cierro los ojos y suelto un gemido. El primer gemido de mi vida. Al instante me averguenzo y me pongo roja, pero no he podido evitarlo)
...
JAVIER:
(Yo escuchar ese gemido tuyo me vuelve loco. Mi erección crece más aún. Está a punto de explotar en mi pantalón. Intensifico las caricias de tus tetitas por encima de tu camiseta blanca hasta el punto de que empiezo a notar tus pezones en punta. En ese momento me pongo de pie y algo violentamente te quito tu grueso jersey de lana tirándolo lejos. Te lo he quitado bruscamente pero no podía esperar más. Veo tus tetitas que se marcan en la camiseta. Son preciosas. Muy pequeñitas pero preciosas. Me lanzo a comértelas por encima de la camiseta. Te las chupo, te las como, te las empapo y disfruto muchísimo hacíendolo)
...
ALEXANDRA R:
(Yo me asusto un poco cuando me quitas tan bruscamente el jersey pero no me da tiempo a reaccionar porque que me me chupes así mis tetitas por encima de mi camiseta hace que suelte un gemido y luego otro. No puedo parar de gemir. No sé qué me pasa. Estoy sintiendo emociones, sentimientos y sensaciones que nunca antes había sentido)
...
JAVIER:
(No me canso de chuparte tus tetitas de 13 años y me da morbo adicional saber que es la primera vez en tu vida que te lo hacen. Te empapo con mi saliva tu camiseta que cada vez se transparente más y sin disimulo te empiezo a desprender la camiseta por fuera de tus braguitas blancas. Veo que estás preparada para que te de más caña aunque intentaré no ser brusco. Te desprendo del todo la camiseta por fuera de las braguitas y meto mi mano por detro de ella buscando tu virginal sexo)
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ALEXANDRA R:
(Yo al notar tu mano por dentro de mis braguitas doy un respingo, me asusto, me intento alejar de ti pero no me dejas, enseguida me vuelves a arrinconar e intensificas las caricias tanto en mis tetitas como por dentro de mis braguitas)
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JAVIER:
(Yo palpo tu coñito, no tiene todavía ni un pelo pero lo noto expectante, busco meterte un dedo pero todavía no estás preparada, por lo que sigo acariciándotelo para que te relajes hasta que pueda hacerlo. Te ordeno): Quiero que te quites tú la camiseta, quiero verte bien tus tetitas, hazlo
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ALEXANDRA R:
(yo al principio por la excitación tan intensa que estoy viviendo no escucho bien lo que me dices porque no puedo evitar dejar de gemir pero tú me lo vuelves a ordenador más enérgicamente y yo algo torpemente por la excitación me quito mi camiseta blanca)
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JAVIER:
(a mí me vuelve loco verte por fin con las tetitas al aire, muy pequeñitas pero deliciosas, me lanzo a besártelas y comértelas al mismo tiempo que intensifico mis caricias por dentro de tus braguitas
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ALEXANDRA R:
(Yo empiezo a jadear, a tener mucho calor, a gemir, nunca me he sentido así en mi vida)
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JAVIER:
(yo dirijo mi mirada hacia mi mano por dentro de tus braguitas, moviendose dentro de ella, buscando dentro de tu pequeña vagina de 13 años poder meter un dedo, noto que cada vez estás más receptiva, y noto como mi dedo empieza a penetrar poco a poco dentro)
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ALEXANDRA R:
(Yo suelto un gran grito en ese momento, menos mal que la casa está vacía, mis gemidos se han convertido en gritos, trato de ahogarlos pero no soy capaz)
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JAVIER:
(Yo consigo meter mi dedo bien dentro y hacerte la primera paja de tu vida. Meneando mi dedo dándote placer. De repente noto que el bulto de mi pantalón va a estallar y con mi otra mano me desabrocho y bajo mi pantalón, dejando un gran bulto en mi boxer, un bulto inmenso, creo que nunca lo he tenido tan grande)
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ALEXANDRA R:
(Yo ni me doy cuenta que te has bajado tu pantalón. Solo estoy con mis ojos cerrados disfrutando de tu dedo dentro de mí. Jamás pude imaginar que eso podía producir tantísimo placer y gozo)
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JAVIER:
(En este momento empiezo a meter mi mano dentro de mi boxer con intención de sacarla y que la veas, incluso que la toques. Pero en ese instante, como una revelación brutal, me doy cuenta de la tremenda burrada que estoy haciendo. Tomo conciencia que solo tienes 13 años y de repente me da un bajón tremendo. Saco bruscamente mi mano de dentro de tus braguitas y me subo abrochándome mi pantalón, solo llego a decir): No, no puede ser, lo siento, no puedo (al tiempo que me alejo de ti)
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ALEXANDRA R:
(Yo me quedo sumamente frustrada por la brusquedad de tu acto y por parar así tan violentamente esas caricias que me hacían gozar tanto)
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JAVIER:
(Sin decir nada salgo corriendo de la habitación. Y al segundo salgo corriendo de la casa de tus padres. Me dijijo a mi hotel. Afortunadamente tú no sabes dónde vivo aquí y no podrás presentarte en el hotel en el que estoy. Solo tienes mi teléfono. Y efectivamente durante las siguientes horas me haces más de 10 llamadas que yo no cojo ninguna. Pasado mañana me voy ya de aquí pues acaban mis vacaciones y esto será solo un recuerdo tanto para ti como para mí. Al cabo de dos días ya no recibo ninguna llamada tuya y doy por sentado que ya puedo estar tranquilo.
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Este relato 46 tiene una segunda parte: relato 47. Pulsa aquí.


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